Desde hace unos años, las técnicas para el crecimiento y desarrollo personal, están en auge. Mucho es lo que se habla sobre, transformar tu vida o cambiar tus ideas, dejándonos definiciones como, «salir de la zona de confort, vivir nuevas experiencias o atreverte a nuevos desafíos».
Pero, ¿Qué entraña tomar cualquiera de estas decisiones?
Son múltiples las respuestas que se pueden dar a esta cuestión, sin embargo, por el momento, sólo voy a dar una: Desaprender.
Esto me lleva a la siguiente pregunta, ¿desaprender qué?
En el trayecto de nuestra vida, son numerosos los aprendizajes a los que tenemos acceso. Durante nuestra época estudiantil, aprendemos materias científicas, culturales y humanísticas, pero también aprendemos, comportamientos, creencias, sentimientos y emociones, que nos provocan las vivencias que transitamos. Estas últimas, nos las muestran las personas que tenemos más cerca, que por lo general, suele ser la familia y los amigos más cercanos.
A medida que vamos cumpliendo años, vamos conformando nuestra propia personalidad, llegando a la edad adulta con toda una serie de comportamientos y rasgos que adoptamos como propios, creyendo frecuentemente, que son inamovibles. Sin embargo, en la mayoría de las veces, esta personalidad construida con retales de otras personas, esconde nuestro verdadero ser.
Si nos fijamos en lo que dice la RAE (Real Academia de la lengua española), sobre Crecimiento y sobre Personal, encontraremos varias definiciones. Vamos a quedarnos con las siguientes:
Crecer:
«Dicho de una persona: Tomar mayor autoridad, importancia o atrevimiento».
Y añado otra que me ha llamado la atención por su sentido metafórico:
«Dicho de la luna: Aumentar la parte iluminada del astro, visible desde la Tierra».
Personal:
«Perteneciente o relativo a la persona».
«Propio o particular de la persona».
Entonces, si tomamos las definiciones, en el más estricto sentido literal, tendremos que el Crecimiento Personal es:
«Darnos la autoridad, la importancia y el atrevimiento, a nosotros mismos».
Si a la definición literal, añadimos la definición metafórica, y lo que entraña tomar esta decisión, encontraremos lo siguiente:
«El crecimiento personal es, desaprender lo conocido, para otorgar mi propia importancia y atrevimiento, reconocerme como autoridad e iluminarme para ser visible a los demás».
A través del crecimiento personal, empiezas a experimentar, tu propia libertad emocional, y a construir tu verdadera personalidad.
Como todo proceso de transformación, este también implica algunos obstáculos, en su mayoría, con nosotros mismos, considerando el más importante, el autoconocimiento. Para que una persona pueda llevar a cabo un crecimiento personal, es parte fundamental, que se conozca y a su vez, que se reconozca, y aquí es donde llega la parte, a priori, menos amable.
Reconocer que todo aquello que te molesta de los demás, forma parte de ti, es una experiencia laboriosa, un camino repleto de justificaciones, excusas y resistencias. Sin embargo, conseguir traspasar esas barreras, nos aporta una gran satisfacción y nos lleva un paso más cerca de conocernos y de valorarnos como los seres maravillosos que somos.
Escrito por May Artillo.